como inmovilizar a un gato

Cómo Inmovilizar a un Gato de Forma Simple y Efectiva

Inmovilizar a un gato puede ser una tarea dolorosa. Todos los que tenemos gatos sabemos que incluso cuando nos quieren demostrar cariño, pueden sacar sus uñas y enterrarlas en nuestra piel.

Cuando pelean o cuando se defienden en contra de una inyección en el veterinario, pueden dar mordiscos y arañazos que con esas uñas que son como cuchillos.

En este artículo te explicaré cómo inmovilizar a un gato de forma segura y efectiva, sin causarle estrés ni daño.

¿Por qué es importante saber cómo inmovilizar a un gato?

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Inmovilizar a un gato no es una tarea que debas tomar a la ligera. Los gatos son animales muy sensibles y pueden reaccionar de forma violenta si se sienten amenazados o incómodos.

Un gato asustado puede arañar, morder o escaparse, lo que puede provocar lesiones tanto al gato como a ti. Además, si inmovilizas a tu gato de forma incorrecta, puedes causarle dolor o dañar sus articulaciones o músculos.

Si le generas dolor, tu gato puede empezar a alejarse de tí. Y puede que tarde tiempo en confiar en tí de nuevo.

Por eso, es importante saber cómo inmovilizar a un gato de forma correcta, respetando su bienestar y su personalidad. Así podrás evitar situaciones de riesgo y mejorar la relación con tu felino amigo.

¿Qué necesitas para inmovilizar a un gato?

Para inmovilizar a un gato de forma adecuada, necesitas tener en cuenta algunos aspectos:

  • El momento: elige un momento en el que tu gato esté tranquilo y relajado, preferiblemente después de haber comido o jugado. Evita inmovilizarlo cuando esté dormido, excitado o asustado.
  • El lugar: elige un lugar cómodo y familiar para tu gato, donde no haya ruidos ni distracciones. Puede ser una habitación cerrada o una superficie acolchada como una cama o un sofá.
  • El material: dependiendo del motivo por el que quieras inmovilizar a tu gato, puedes necesitar algunos materiales como unas tijeras, un cepillo, un algodón, un termómetro o una jeringa. Tenlos preparados antes de empezar y colócalos cerca de ti pero fuera del alcance del gato.
  • El refuerzo: para que tu gato asocie la inmovilización con algo positivo y no con algo negativo, puedes usar algún refuerzo como unas golosinas, unos mimos o unas palabras cariñosas. Dale el refuerzo antes, durante y después de la inmovilización, para que se sienta recompensado y tranquilo.
  • La protección: puede envolverlo en una toalla o una frazada para evitar que haga daño si rasguña o muerde.
  • Los suplementos: Las feromónas sintéticas pueden ayudar a que tu gato se aquiete y sepa como manejar mejor la ansiedad. Aunque esto no es obligatorio, pero sería bastante conveniente.

Diferentes técnicas para inmovilizar un gato

Técnica del envoltorio

Consiste en cubrir al gato con una toalla o manta para limitar su movimiento. Se debe envolver al gato desde la cabeza hasta la cola, dejando solo libre la parte del cuerpo que se va a manipular.

Esta técnica es útil para examinar al gato, cortarle las uñas o administrarle algún medicamento oral.

La técnica de la toalla puede ser un poco difícil, así que aquí te dejamos un video explicativo.

Este está en inglés, pero la técnica se explica muy bien.

En resumen, envuelvelo en una toalla teniendo todo los materiales a la mano. Escoge un momento tranquilo y un lugar cómodo. Dale un premio como comida húmeda para refuerzo positivo.

Técnica del abrazo

Se sostiene al gato con firmeza colocando una mano alrededor de su cuerpo y la otra alrededor de su cabeza. Se debe presionar ligeramente el pecho del gato con los dedos para controlar su respiración y calmarlo.

Esta técnica es útil para administrarle algún medicamento inyectable o curarle alguna herida.

Según un estudio realizado por la Universidad de Bristol y publicado en el Journal of Feline Medicine and Surgery, la técnica de inmovilización que produce menos estrés en los gatos es la del abrazo.

Técnica del scruffing

Se toma al gato por la piel del cuello, esta técnica solo es recomendada en situaciones extremas. Se debe sujetar al gato por la piel del cuello con una mano o pinza y apoyarlo sobre una superficie plana con la otra.

Esta técnica es útil para evitar que el gato muerda o arañe en casos de emergencia, pero no se debe abusar de ella ni hacerla con fuerza, ya que puede causarle dolor o lesiones al gato.

Técnica del uso de guantes

Se utilizan guantes especiales para manipular al gato sin lastimarlo, esto es útil especialmente en casos donde el gato puede morder o arañar.

Se deben usar guantes gruesos y resistentes, que cubran hasta los antebrazos. Se debe sujetar al gato por el cuerpo con una mano y por la cabeza con la otra.

Esta técnica es útil para trasladar al gato a otro lugar o introducirlo en un transportín.

¿Cómo inmovilizar a un gato paso a paso? (usando una toalla)

Una vez que tengas todo listo, puedes seguir estos pasos para inmovilizar a tu gato:

  1. Acércate a tu gato con calma y suavidad. No lo sorprendas ni lo agarres por sorpresa. Déjalo que te huela y te reconozca.
  2. Coloca una mano sobre su cuello y otra sobre su lomo. Presiona ligeramente con ambas manos para sujetarlo sin apretarlo. Si tu gato es muy grande o fuerte, puedes usar una toalla para envolverlo y evitar que se mueva.
  3. Levanta a tu gato con cuidado y colócalo sobre la superficie elegida. Mantén la mano sobre su cuello y la otra sobre su lomo o su abdomen. Si vas a cortarle las uñas o limpiarle los oídos, puedes colocarlo boca arriba o de lado. Si vas a darle una medicina o tomarle la temperatura, puedes colocarlo boca abajo o sentado.
  4. Realiza la acción que quieras hacer con rapidez y delicadeza. No le hagas daño ni le causes molestia. Si tu gato se resiste o se queja, detente y dale un refuerzo. Si tu gato se pone muy nervioso o agresivo, suéltalo.
  5. Una vez que hayas terminado, suelta a tu gato con cuidado y dale un refuerzo. Felicítalo y acarícialo. Déjalo que se aleje si quiere o que se quede contigo si prefiere.
  6. Repite el proceso cada vez que necesites inmovilizar a tu gato, pero no lo hagas con demasiada frecuencia ni por motivos innecesarios. Respeta el ritmo y el carácter de tu gato y no lo fuerces ni lo castigues.

Consejos para inmovilizar a un gato con éxito

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Para que la inmovilización de tu gato sea más fácil y efectiva, puedes seguir estos consejos:

  • Acostumbra a tu gato desde pequeño a que te deje tocarlo y manipularlo. Así se familiarizará con el contacto humano y no lo verá como una amenaza.
  • Haz que la inmovilización sea un juego. Puedes usar un juguete o una pluma para distraer a tu gato mientras lo sujetas o le haces algo. Así se divertirá y no se aburrirá.
  • Usa un tono de voz suave y tranquilo. No le grites ni le regañes a tu gato. Habla con él como si fuera un bebé o un amigo. Así se sentirá más cómodo y confiado.
  • No te pongas nervioso ni te frustres. Si tu gato nota tu tensión o tu enfado, se pondrá más nervioso o agresivo. Mantén la calma y la paciencia. Si ves que no puedes inmovilizarlo, déjalo para otro momento.
  • Pide ayuda si la necesitas. Si tu gato es muy difícil de inmovilizar o si tienes que hacerle algo complicado, puedes pedirle ayuda a otra persona. Así podréis sujetarlo mejor y evitar que se haga daño.
  • No lo retes ni castigues si no hace lo que dices. Los retos pueden ocasionar más estrés en tu gato y desandar los pasos que habíamos dado. Sólo ignora el comportamiento agresivo.

Lista de los materiales más comunes para inmovilizar a un gato

Para que puedas tener una idea de los materiales más comunes que puedes usar para inmovilizar a un gato, te presento esta lista:

  • Una toalla: es útil para envolver al gato y evitar que se mueva o arañe. Debe ser suave y limpia.
  • Unas tijeras: son necesarias para cortarle las uñas al gato. Deben ser especiales para mascotas y estar afiladas.
  • Un cepillo: es conveniente para peinar al gato y eliminar el pelo muerto o los nudos. Debe ser adecuado para el tipo de pelo del gato y no tirarle ni rasparle.
  • Un algodón: es imprescindible para limpiarle los oídos al gato. Debe ser suave y estar humedecido con agua tibia o una solución especial para mascotas.
  • Un termómetro: es indispensable para tomarle la temperatura al gato. Debe ser digital y estar lubricado con vaselina o aceite.
  • Una jeringa: es fundamental para darle una medicina al gato. Debe ser pequeña y estar llena con la dosis exacta.

¿Cómo inmovilizar a un gato sin dañarlo psicológicamente?

Otra forma de inmovilizar a un gato de forma segura y humana es usar técnicas que se basen en las respuestas conductuales naturales del animal, como el reflejo de relajación o el reflejo de agarrar.

Estas técnicas consisten en aplicar una presión suave y constante en ciertas partes del cuerpo del gato, como la base del cráneo o el pecho para inducir un estado de calma o de agarre.

Evadir tocar zonas como el perineo o las patas, ya que, puede generar la activación de un instinto de supervivencia.

También, reducir el número de personas en la inmovilización, ya que, a mayor cantidad de personas, más es la posibilidad de generar estrés en tu gato.

Este enfoque fomenta una mayor empatía y conciencia del animal como un ser emocional y sensible.

¿Qué hacer si el gato se resiste o se asusta al intentar inmovilizarlo?

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Si el gato se resiste o se asusta al intentar inmovilizarlo, lo mejor es detenerse y dejarlo tranquilo. Forzar la situación puede empeorar las cosas y provocar que el gato se ponga más agresivo o nervioso.

Para evitar que el gato se resista o se asuste al inmovilizarlo, se pueden seguir estos consejos:

  • Elegir un lugar y un momento adecuados para la inmovilización. Se debe escoger un lugar tranquilo, cómodo y familiar para el gato, donde no haya ruidos, luces o personas que puedan distraerlo o asustarlo. También se debe elegir un momento en el que el gato esté relajado, como después de comer o dormir, y no cuando esté jugando o cazando.
  • Acercarse al gato con calma y confianza. Se debe hablarle al gato con un tono suave y cariñoso, y ofrecerle alguna golosina o caricia para ganarse su confianza. Se debe evitar hacer movimientos bruscos o ruidosos que puedan alterarlo o asustarlo.
  • Usar la técnica de inmovilización más adecuada según el motivo y la personalidad del gato. Se debe elegir la técnica que sea más segura y efectiva para el gato y la persona que lo inmoviliza, teniendo en cuenta el objetivo de la inmovilización y el temperamento del gato. Se debe aplicar la técnica con firmeza pero sin hacerle daño al gato.
  • Calmar y recompensar al gato después de la inmovilización. Se debe soltar al gato con cuidado y darle alguna golosina o caricia para premiarlo por su cooperación. Se debe observar si el gato muestra signos de estrés o dolor por la inmovilización, y consultar con un veterinario si es necesario.

¿Cómo saber si el gato está estresado o dolorido por la inmovilización?

Los gatos son muy expresivos y pueden mostrar diferentes signos de estrés o dolor por la inmovilización. Algunos de estos signos son:

  • Vocalizaciones: el gato puede maullar, gruñir, bufar o chillar para expresar su malestar o incomodidad.
  • Lenguaje corporal: el gato puede tensar su cuerpo, arquear su espalda, erizar su pelo, agachar sus orejas o mostrar sus dientes o uñas para indicar su miedo o agresividad.
  • Respiración: el gato puede respirar más rápido, más fuerte o de forma irregular para manifestar su ansiedad o dolor.
  • Comportamiento: el gato puede intentar escapar, esconderse, arañar, morder o lamerse compulsivamente para liberarse del estrés o aliviar el dolor.
  • Cambios físicos: el gato puede presentar heridas, hematomas, inflamaciones o infecciones en la zona donde se le ha inmovilizado o sujetado.

Si se observa alguno de estos signos en el gato después de la inmovilización, se debe actuar de la siguiente manera:

  • Dejar al gato tranquilo y darle espacio. Se debe evitar molestar al gato o forzarlo a interactuar si no quiere. Se debe respetar su ritmo y su necesidad de aislarse o recuperarse.
  • Ofrecerle agua y comida. Se debe asegurar que el gato tenga acceso a agua fresca y limpia y a su comida habitual. Se debe evitar cambiar su dieta o darle alimentos que puedan dañar su salud o empeorar su estado.
  • Consultar con un veterinario. Se debe llevar al gato al veterinario si los signos de estrés o dolor persisten o se agravan. El veterinario podrá examinar al gato y determinar la causa y el tratamiento adecuados.

Conclusión

Inmovilizar a un gato es una tarea que puede resultar difícil o fácil dependiendo de cómo la hagas. Si sigues los pasos y los consejos que te he dado en este artículo, podrás inmovilizar a tu gato de forma segura y efectiva, sin causarle estrés ni daño. Así podrás cuidar de su salud y de su bienestar, y mejorar la relación con tu peludo compañero.

Espero que este artículo te haya sido útil y que hayas aprendido algo nuevo sobre cómo inmovilizar a un gato. Si te ha gustado, compártelo con tus amigos o déjame un comentario. Y si tienes alguna duda o sugerencia, no dudes en contactarme.

Déjanos tu opinión sobre cómo inmovilizar a un gato. Nos encantaría escucharte.

Gracias por leerme y hasta la próxima. ¡Miau! 🐱

Referencias:

Muy buen artículo sobre como inmovilizar a un gato:

La Correcta Forma De Inmovilizar A Tu Gato: Consejos Prácticos – Salud Gatuna

Formas más humanas de inmovilizar un gato:

https://www.dvm360.com/view/safe-humane-restraint-proceedings

Estudio sobre la técnica de inmovilización del abrazo:

https://www.portalveterinaria.com/animales-de-compania/articulos/32075/que-metodo-de-sujecion-produce-menos-estres-en-los-gatos.html

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